¿Estirar o no estirar?

¡Ups…! Lo siento pero no existe tal dicotomía. 

Antes de lanzar insultos en nombre de mi santa madre sigue leyendo. 

Nadie niega la importancia del trabajo de flexibilidad. Pero desde mi punto de vista, en nombre de «entrenar la flexibilidad» se cometen errores conceptuales.

En este artículo vamos a abordar los principios y el sentido común. Al final podrás comprender lo ilógico o irracional de muchos planteamientos metodológicos. 

Primeramente definamos flexibilidad.

Sintéticamente puede concebirse como la capacidad neuromuscular de ejecutar movimientos de amplitud máxima u óptima según demande la situación.

Esta determinada o condicionada por:

  • Extensibilidad / Elasticidad (UMT = unión mio tendinosa)
  • Amplitud articular (ROM)
  • Movilidad / Estabilidad del segmento o núcleo articular
  
 Factores que afectan la flexibilidad
 
  1. Factores intrínsecos:
  • Estructura ósea
  • Masa adiposa
  • Músculo y tendón
  • Tejido conectivo
  • Activación del Sistema Nervioso
 

   2. Factores extrínsecos:

  • Ciclo biológico: la edad parece ser inversamente proporcional a la flexibilidad
  • Ambientales: temperatura, humedad, etc.
  • Temperatura ambiente y temperatura interna muscular
  • Momento del día: varía en función del nivel de activación – fatiga – cansancio
  • Sexuales: mujeres poseen mayor predisposición hacia la flexibilidad. 
  •  Cultura: costumbres y hábitos

Malinterpretaciones

Por fin pudimos dejar atrás la teoría, ahora necesito apelar a la lógica y sentido común.

El contexto es una típica sesión de entrenamiento entre 45 min y 90 min. Partiendo de la premisa que el tiempo es un bien escaso, debemos ser precisos con las intervenciones que llevemos a cabo en nosotros y nuestros deportistas.

Malinterpretación #1

Solo se trabaja la flexibilidad si adopto una postura y la mantengo durante un lapso prolongado de tiempo.

Malinterpretación #2

El dolor es un buen indicador de que el trabajo es efectivo.

Malinterpretación #3

Se deben buscar rangos cada vez más amplios, haciendo caso omiso al dolor.

Para esclarecer parte de dichas malas interpretaciones podríamos preguntarnos:

¿Hay alguna acción concreta que sientas que no podes ejecutar por falta de flexibilidad? 

¿Evaluaste o evaluaron si tu rango de movimiento esta limitado en alguna acción cotidiana o gesto deportivo?

¿Prácticas un deporte que demanda altas prestaciones de flexibilidad / rangos extremos de movimiento? 

Luego de esa reflexión vamos a desmentir mitos. 

«Solo se trabaja la flexibilidad si adopto una postura y la mantengo durante un lapso prolongado de tiempo.»

Cuando ejecutas un movimiento o un ejercicio con sobrecarga existe una sucesión de distintas fases. Por ejemplo durante una sentadilla:

  1. Fase excéntrica o negativa. Se da en el descenso y ocasiona un estiramiento del musculo bajo carga. ¡Así es, tus suposiciones son correctas!. Se produce un alargamiento de los puntos de inserción.
  2. Fase isométrica o estática. Cuando llegamos a la posición baja, por unos segundos va a darse una contracción cuasi isométrica. Por definición, se produce tensión pero no hay acercamiento ni alargamiento de los puntos de inserción.
  3. Fase concéntrica o positiva. Se da durante la subida y los puntos de inserción se acercan.
 
Hasta aquí definimos el componente trifásico de las acciones musculares.
 
«El dolor es un buen indicador de que el trabajo es efectivo.»
 
Estaríamos haciendo caso omiso a una señal de alerta de nuestro sistema nervioso para proteger la integridad de las estructuras musculo tendinosas. Honestamente, no es la estrategia más inteligente.
 
«Se deben buscar rangos cada vez más amplios, haciendo caso omiso al dolor.»
 
De que sirve ganar mayor rango de manera aguda (en el momento) sino vamos a tener control sobre ese «nuevo rango conseguido». No olvidemos que estamos hablando de una capacidad neuro (sistema nerviosa) muscular (complejo mio tendinoso).
 
A esta altura resulta evidente mi punto. La arbitrariedad y capricho con las que se nos sugiere que «elonguemos» para evitar dolor, lesiones, malas posturas, etc. La lista es eterna.
 
Una manera de trabajar la flexibilidad es integrándola al entrenamiento de fuerza. Ese estímulo bajo carga, va a hacer que ganes amplitud de movimiento al inhibir los reflejos neuro fisiológicos que disparan dolor o acortamiento. Sumado a que se trata de una estrategia tiempo – eficiente.
 
Para finalizar, quisiera que me juzgues por lo que digo y no por lo que interpretas.  Mis entrenados trabajan sobre la movilidad y la flexibilidad, pero me baso en principios. Si disfrutas mantener posturas clásicas del yoga en el tiempo, sigue con eso. Pero si tu objetivo es optimizar tiempos, al trabajar sobre carga vas a incidir positivamente sobre el ROM y la extensibilidad muscular.
 

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