Se fuerte, vive más

El entrenamiento de fuerza, contra resistencia, sobrecarga o como decidas llamarlo es una intervención eficaz, tiempo / eficiente, inocua y de bajo coste. Los retornos potenciales que dicha modalidad de entrenamiento nos brinda supera con creces los recursos que debemos invertir.

Sencillamente no importa cuál sea tu objetivo: 

  • Salud 
  • Calidad de vida 
  • Revertir o retardar el envejecimiento
  • Mejorar la estética corporal
  • Maximizar rendimiento o performance deportiva
  • Tratamiento contra el dolor crónico
  • Prevenir  lesiones
  • Incrementar el rango de movimiento y control motor
  • Desarrollar la flexibilidad dinámica y activa

Todo se reduce a: “ser fuerte”.

Podemos definir a la fuerza desde el punto de vista fisiológico como una capacidad neuromuscular cuya activación produce tensión y movimiento. [1]

¿Cómo podría beneficiarte el entrenamiento de la fuerza? 

  • “Incremento de la masa muscular”
  • “Descenso de la masa adiposa”
  • “Aumento de la tasa metabólica en reposo (levemente)”
  • “Incremento del rendimiento físico, control motor e independencia funcional (adultos mayores)”
  • «Mejora en habilidades cognitivas y motoras”
  • “Control de la diabetes mellitus tipo 2” 
  • «Reducción de la HbA1c (hemoglobina glicosilada)”
  • “Mantiene y/o revierte la funcionalidad de los transportadores de glucosa (GLUT 4)”
  • “Mejora la sensibilidad a la insulina”
  • “Conserva la salud cardiovascular, reduciendo la presión arterial en reposo (presión que ejerce la sangre sobre las paredes del vaso sanguíneo)”
  • “Disminuye el colesterol y triglicéridos” 
  • “Induce el desarrollo y fortalecimiento de los huesos, ligamentos y tendones” 
  • «Reduce el dolor lumbar, y molestias asociadas a la artritis y fibromialgia.” [2]
  • “Reduce el riesgo de muerte por todas las causas, enfermedad cardiovascular y cáncer.” [3]

El entrenamiento de fuerza promueve un entorno hormonal que asiste en:

  • Disminuir la inflamación crónica de bajo grado
  • Detener y retardar, síndrome metabólico y la resistencia anabólica que experimentamos a medida que envejecemos.
  • Mejora ratio músculo / grasa. 

Conclusiones

En un mundo plagado por enfermedades disparadas por el comportamiento y estilo de vida sedentario; empujar, tirar, traccionar, lanzar elementos (discos, barras, mancuernas) o el propio peso, de manera moderada y vigorosa es una herramienta robusta para dotarnos de idoneidad para el quehacer deportivo y cotidiano.

Referencias

  1. J. González Badillo y J. Ribas Serna, Bases de la programación del entrenamiento de fuerza., Inde, 2002. 
  2. Westcott, «Resistance training is medicine: effects of strength training on health.,» Current sports medicine reports, 11(4), 209–216., 2012. 
  3. P. Shailendra , K. Baldock , L. Li, J. Bennie y T. Boyle, «Resistance Training and Mortality Risk: A Systematic Review and Meta-Analysis.,» American journal of preventive medicine, 63(2), 277–285., 2022. 

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