Café y cafeína
Probablemente el café sea una de las bebidas más populares y consumidas en el mundo.
El café tostado es una mezcla compleja de más de 1000 compuestos bioactivos, entre los muchos con actividad biológica conocida se encuentran la cafeína (un potente estimulante y broncodilatador), los alcoholes diterpénicos (que pueden aumentar el colesterol sérico) y el ácido clorogénico (uno de los muchos tipos de compuestos antioxidantes y antiinflamatorios que se encuentran en el café).
La cafeína es, con mucho, el compuesto más estudiado del café, y este agente explica en gran medida la naturaleza inherentemente adictiva de la bebida.
Los términos café y cafeína no son sinónimos, y los efectos biológicos del café no pueden reducirse a los efectos aislados de la cafeína que contiene.
Composición del café
Ingesta recomendada
3 – 6 ml cafeína x kg peso
Ejemplo: 60 kg x 6 = 360 ml cafeína (equivalente a 2 tazas y media de café)
Bebidas o infusiones con cafeína
Cafeína contenida promedio por bebida o infusión
Café y presión arterial
La hipertensión (HTA) es un importante factor de riesgo independiente de accidente cerebrovascular y cardiopatía coronaria. El consumo de café se ha asociado con aumentos agudos de la presión arterial (PA) en personas que nunca han tomado cafeína, pero ejerce efectos insignificantes en los niveles de PA a largo plazo en los bebedores habituales de café.
La evidencia no muestra efectos clínicamente importantes del consumo de café a largo plazo sobre la PA o el riesgo de HTA.
La cafeína es el principal compuesto que aumenta la presión arterial aguda que se encuentra en el café, pero otros compuestos presentes en el café pueden contrarrestar estos efectos presores agudos. Recordemos que no bebemos cafeína, sino toda la matriz nutricional (grano de café) y, que sus compuestos bioactivos juegan un papel importante.
Sensibilidad al café y a la insulina
Se ha reconocido que los antioxidantes del café, como el ácido clorogénico , mejoran el metabolismo de la glucosa y la sensibilidad a la insulina. Un estudio aleatorizado publicado recientemente encontró que el consumo de 5 tazas de café al día aumentaba los niveles de adiponectina (hormona antiinflamatoria secretada por el tejido adiposo) y disminuía la resistencia a la insulina.
Lípidos en el café y suero plasmático
El café contiene compuestos que aumentan el colesterol clasificado como diterpenos , incluidos el cafestol y el kahweol. Es importante destacar que la concentración de estos compuestos depende de cómo se prepara el café. El café hervido tiene concentraciones más altas porque los diterpenos se extraen de los granos de café por contacto prolongado con agua caliente. En comparación, el café preparado/filtrado, debido al contacto mucho más breve con el agua caliente y la retención de diterpenos por el papel de filtro, tiene una concentración mucho menor de cafestol y kahweol.
Si estás intentando reducir tu colesterol ldl, lo recomendable sería consumir café de filtro (papel, metal).
Café y cardiopatía coronaria
Estudios de décadas de antigüedad sugirieron que el consumo de café podría causar efectos CV adversos, incluido un mayor riesgo de infarto de miocardio. Sin embargo, cuando se despejan factores de confusión, el café muestra efectos neutros a positivos sobre la patología coronaria. Recordemos que el consumo de café es habitual en fumadores, que además de no realizar actividad y tienden a consumir alcohol, por tanto esos resultados equívocos se reducen o incluso desaparecen al retirar esos factores intervinientes de los estudios observacionales.
Café e insuficiencia cardiaca congestiva
Asociación entre insuficiencia cardiaca y tazas de café al día frente a no consumo. Riesgo relativo (línea continua) e IC del 95 % (líneas discontinuas) .Freedman et al. y Mostofsky et al.
Café y otros efectos sobre la salud
El café puede reducir el riesgo de depresión, un factor de riesgo conocido para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, así como un predictor independiente de mal pronóstico.
Su consumo puede beneficiar los esfuerzos de control de peso, aumentando el efecto térmico de los alimentos y la oxidación de grasas en sujetos de peso normal.
Reducción de los riesgos de demencia tipo Alzheimer y otras enfermedades del sistema nervioso central, incluida la enfermedad de Parkinson. Además, el café puede mejorar los síntomas del asma, probablemente a través de la cafeína, que es un broncodilatador de metilxantina , y mejorar el rendimiento en ejercicios sostenidos de alta intensidad. El café puede prevenir los cálculos biliares sintomáticos y estar asociado con la protección contra algunas enfermedades infecciosas y malignas, particularmente del hígado.
Hasta aquí hemos llegado en esta primera entrega. Si te resultó útil déjame saberlo en los comentarios. Muchas gracias por pasar por blog.
Referencias